El recorrido por el Alto Ampurdan, partiendo del Port de Llançà, supone repasar la historia del romanico catalan, en un itinerario en que el patrimonio arquitectónico forma parte del paisage.
Una de las principales joyas del románico es la Abadia de Santa Maria de Vilabertran, conjunto monumental extraordinario interes, hoy en di sede del festival de música clásica Schubertiades, remarcable para la iglesia del s. XI, el campanario lombardo del s XIi, y el claustro , de los ss XII-XIII. Se conserva una cruz del s. XIV, considerada una de las obras cabezeras de la orfebreri catalana.
Le sigue la abadia de Sant Quirze de Colera, una de las piezas claves mas notables del patrimonio de la época medieval ampurdanesa y catalana. Se puede afirmaar qu ya existia en el s. IX. La basílica, de tres naves, como el resto del conjunto , presenta estructuras de cronologia y estilos diversos.Del conjunto destacan la iglesia de Sant Miquel de Colera, com fecha del s. XII y presenta una nave con un absis semicircular en el extremo de levante, y la iglesia de Santa Maria, de una sola nave.
La ermita de Sant Silvestre, muestra del espíritu mas románico primitivo , pertenecia a Sant esteve de Banyoles. Es una iglesia de nave con vuelta de cañón y un absis exteriormente semicircular donde hay dos ventanas de arco de medio punto.
Finalmente, Sant Martí de Valmalla, iglesia prerománica consagrada al 1019, absis de la cual es la edificación más vieja del término de Llançà que aun se conserva. Es un pequeño templo de una sola nave con un absis de planta trapezoidal y vuelta de cañon.